Os dejo con el relato que
esta semana presenté al Concurso Relatos en Cadena. Ahora que llega el frío, parece
que encuentro inspiración en parajes polares… ¡Que lo disfrutéis!
-Papá, ¿tú no tienes frío? –preguntó
la niña.
-Hubo un tiempo en que sí,
hija, cuando aún no conocía el secreto de los esquimales.
Una ráfaga de copos de nieve
le inundó los ojos y, al seguir hablando, pareció llorar por momentos lágrimas
escarchadas.
-Yo creía que los esquimales
vivían en el hielo.
-No todos. Algunos salieron
en busca del sol.
-¿Y lo encontraron?
En aquel momento, el cielo se
tornó blanquecino. No sabía qué contestar.
-El sol los encontró a
ellos. Ahora son felices.
La niña sonrió al escucharle.
Aunque él no se daba cuenta, se formaban iglús en sus pupilas cuando mentía.
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